El desorden, la impuntalidad y las fallas de comunicación fueron lo más resaltante en la reapertura de la frontera entre Venezuela y Colombia, llevada a cabo en el Puente Simón Bolívar, y a la que solo asistió el mandatario colombiano Gustavo Petro.
Mario Beroes/El Político
El evento había sido programado para las 9:00 am, pero por razones que se desconocen, comenzó al mediodía, cuando el presidente colombiano hizo acto de presencia.
Nicolás Maduro, su homólogo venezolano no asistió. Nadie dio razones, y el ministro de Industria y Comercio venezolano, Juan Arias junto al gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, fueron los representantes por el gobierno chavista.
El evento contó también con los alcaldes de los municipios fronterizos tanto de Colombia como de Venezuela.
La cita en el puente Simón Bolívar es la culminación de una serie de acercamientos que comenzaron antes del triunfo de Petro y que tiene a los gremios empresariales de ambos países como protagonistas, y terminan con 7 años de cierre fronterizo.
Es también el primer gran símbolo de la compleja relación entre dos gobiernos de izquierda, uno democrático y el otro autoritario, que se necesitan mutuamente de cara a objetivos políticos distintos.
11 gandolas ¡y no más, que el puente no aguanta!
11 gandolas fueron las encargadas de "inaugurar la reapertura fronteriza". Siete de Colombia hacia Venezuela y cuatro de Venezuela hacia Colombia.
Los camiones colombianos llevarán, entre otros, insumos de salud, productos de aseo y derivados del plástico.
El objetivo es que sirvan como un piloto para la puesta a punto de las tareas logísticas, aduaneras y de seguridad que implican la importación y la exportación de mercancía.
Pero hay un grave problema, los puentes necesitan una repotenciación. El análisis de los pilares y la infraestructura de carga dio como resultado que los vehículos no pueden superar las 30 toneladas.
Las autoridades colombianas recomiendan además que no haya un paso simultáneo de camiones en los dos sentidos.
Sostener el flujo del transporte de carga no es sencillo. Hay una cantidad de problemas logísticos soin resolver.
El puente de Tienditas, que fue terminado, al menos del lado colombiano, en 2016 y que nunca fue inaugurado debido al estallido del conflicto diplomático entre Colombia y Venezuela, se supone que se usará para sostener el transporte de carga pesada y descongestionar los puentes más viejos.
Vehículos particulares no
El tema del paso de vehículos particulares, sigue lejano. Puede ser un par de meses.